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Duane Michals,es un fotografo americano que acredita su fama y su singular mirada a la falta de educaci�n formal como fot�grafo, un autodidacta, es uno de los m�ximos exponentes de la fotograf�a conceptual y filos�fica.
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De hecho, casi siempre sus im�genes se construyen como una reflexi�n metaf�sica sobre la condici�n humana, el sexo, el humor o la violencia, para la que se sirve de su propio cuerpo y su rostro. Sus comienzos revelan la gran influencia de Atget en la fotograf�a norteamericana con escenarios recurrentes como los restaurantes, salas de espera o recepciones de hotel, pero en 1966 comienza a hacerse con un estilo propio y �nico a trav�s de la t�cnica de la secuenciaci�n: una sucesi�n de fotograf�as como forma de contar historias con, incluso, un desarrollo temporal. Una t�cnica que perfil� a�n m�s en sus trabajos a mediados de la d�cada de los 70 al incluir peque�os manuscritos en las copias para reforzar su significado. |
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En el PhotoEspa�a 2001, cuarta edicion, ha sido reconocido con el galard�n m�s importante de este Festival Internacional, por su "vocaci�n indagatoria" del alma humana y su "raigambre existencia".
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Este premio tiene como objetivo galardonar a autores internacionales que han asentado las bases de la fotograf�a y han marcado un antes y un despu�s en este arte como Josef Koudelka. Duane Michals siente tanta pasi�n por los cuentos como por el cine. Siente un gran entusiasmo por Borges y por Truffaut, por un mundo, en definitiva, en el que lo importante es la idea, no la imagen.
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Nacido en Mckeesport, Pensilvania EEUU en 1932, Duane Michals propone una estetica que coquetea con el surrealismo de Magritte, con un universo que se sit�a en la frontera entre la realidad y la ficci�n. "Me gusta la iron�a", afirma Michals, quien a sus 69 a�os conserva un envidiable sentido del humor. En su pr�xima exposici�n, que se inaugurar� el pr�ximo oto�o en Nueva York, ridiculizar�, seg�n dice, a todos sus colegas m�s pretenciosos. "Los artistas de hoy, que tienen ideas de una envergadura muy corta, necesitan grandes formatos para simular que est�n haciendo algo interesante. Los que tienen ideas brillantes pueden trabajar perfectamente en formatos reducidos porque sus ideas relucir�n con intensidad.
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Vivimos en una sociedad completamente est�pida, donde se valora m�s la imagen que la idea", explica Michals. El destino metal�rgico deposit� en Pennsylvania a su padre acerero y a su madre asistenta dom�stica, por lo que su inter�s por el arte sorprendi� a propios y extra�os de una comunidad de emigrantes checos de clase media. A los 14 a�os Duane Michals tuvo claro que ni el acero ni la limpieza ser�an el destino de su existencia, y a los 17 pas� semanas ahorrando para comprarse su primer libro de poes�a. Hojas de hierba de Walt Whitman. En 1953 se gradu� en Bellas Artes en la Universidad de Denver y despu�s pas� dos infernales a�os como teniente de la armada. Al salir de all� se dirigi� a Nueva York con la intenci�n de convertirse en dise�ador estudiando en la Escuela de Dise�o Parsons, estudios que abandon� un a�o despu�s para dedicarse a varios trabajos publicitarios que se le presentaron en Madmoiselle, Esquire y un puesto de dise�ador en la revista Time.
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En 1958, un viaje de tres semanas por la Uni�n Sovi�tica y una c�mara prestada como acompa�ante cambiaron a Duane Michals para siempre. Fue �sta, tras la de Whitman, la segunda y definitiva revelaci�n que desembocar�a en el futuro de la emoci�n fotogr�fica que hasta hoy ha desarrollado este fot�grafo que es hoy considerado como uno de los m�s importantes artistas de este arte de todo el siglo XX. las primeras series que realizo, como anteriormente se nombro, fueron influenciadas por el trabajo de Atget, con vistas de restaurantes, salas de espera y vestibulos, a las que dio el nombre de"Empty New York". Para poder fotografiar y explorar a trav�s de la fotograf�a las facetas de sus muy personales emociones, Michals ten�a que ganarse la vida haciendo fotograf�a comercial. Duane ha fotografiado todo, o casi todo. Desde portadas para la revista Life; desplegables de moda para Vogue; reportajes anuales para el New York Times, hasta campa�as de publicidad para Gap y Microsoft. Incluso se aventur� en la fotograf�a y dise�o la portada del album Synchronicity de The Police.
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Fabrica la realidad antes de mostrarla subjetivamente Cuando Michals toma la c�mara para dejar la publicidad de lado, se apodera de �l el impulso de la intriga, y la inspiraci�n para hacer de la fotograf�a la visi�n de sus sue�os, temores y deseos. Empleando la t�cnica de la doble y triple exposici�n, y escribiendo textos o pintando directamente sobre el papel fotogr�fico. Michals consigue un estilo entre lo surreal y lo cinem�tico. No en vano, tiene entre sus �dolos y fuentes de inspiraci�n a Magritte, De Chirico y Balthus, a quienes se ha encargado tambi�n de inmortalizar con gelatinas de plata. Fue muy criticado en los 70 por demostrar que la fotografia era un medio para fijar relatos muy interiores en vez de objetos bellos. Su serie Sequences de finales de los sesenta y principios de los setenta contiene dos de sus aportes m�s reconocidos e importantes a la fotograf�a. Es un trabajo con secuencias de im�genes (entre 5 y 15 por obra).
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Es un esfuerzo experimental para contar una historia en la que la realidad nunca est� presente, siempre va arrastrada por el tiempo. El resultado son obras enigm�ticas, casi ilustraciones de fantas�as on�ricas donde el tiempo, insertado entre los lapsos de las secuencias, recubre de incertidumbre el sentido de su sucesi�n. Esto, y la inclusi�n de textos y pintura, supuso no s�lo su consagraci�n como autor sino que se convirti� en punto de referencia obligado al hablar de la capacidad narrativa de la fotograf�a. "Quien ve mis fotos ve mis pensamientos" es una declaraci�n de principios por parte de Michals pero tambi�n una sutil llamada a la complicidad con el espectador.
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Con la sucesi�n de im�genes que constituyen una secuencia, Michals consigue desarrollar discursos sobre todo metaf�sicos, apoy�ndose en escenarios desnudos. A quienes le han acusado de servirse de esta t�cnica para desfogarse de su deseo de hacer cine, Michals les responde que las fotosecuencias son al cine lo que la poes�a a la novela: una sintaxis completamente diferente. Su trabajo ademas de ser influenciado por el surrealismo tambien fue por el budismo Zen. A Ren� Magritte lo fotografio varias veces. Fue una serie realizada en una visita de varios d�as a su estudio en B�lgica. La incisiva mirada de Michals penetra en el �mbito privado del famoso pintor dando como resultado una extraordinaria sinton�a visual con el universo personal y simb�lico de Magritte. Sus im�genes tratan de fantasias eroticas, humoristicas, muchas veces violentas,de ocurrencia espont�nea, utilizaba luz natural y muy poco equipo tecnico. En ocasiones sus im�genes son borrosas que insinuan historias fantasmales, espiritualidad, enfatizaban lo oculto, lo misterioso.
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"La realidad no me interesa en absoluto. Prefiero vivir en un mundo irreal, me parece m�s estimulante. Nunca me ha interesado la calle, no creo que ah� afuera ocurra nada interesante. Al contrario que otros colegas, yo no me he paseado jam�s con la c�mara a cuestas para captar una instant�nea. A m�, sobre todo, me interesan las emociones y los sue�os. Lo que pasa en la calle actualmente es demasiado est�pido como para prestarle atenci�n". |
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