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Bill Frisell Quartet en Girona, Auditori de la Mercé. 25 de marzo 2003.
Girona es una localidad que queda en el interior de Catalunya, muy cerca de Francia, con una historia muy pero muy larga como ciudad, tiene un casco histórico donde hay edificaciones del siglo X y mucho más para ver y conocer, mucha naturaleza al alcance del visitante, también calles muy angostas y empedradas que suben y bajan y el cuarteto de Frisell que presenta su nuevo disco en un auditorio construido en una edificación que supo ser una iglesia en una época muy lejana, cientos de años, una acústica que beneficia cualquier concierto (desde mi ubicación podía escuchar acústicamente buena parte de lo que sucedía en el escenario) y un marco de gente cálido y receptivo.
Música muy emparentada con el folklore de Estados Unidos, el country el folk y el blues rural, pocas armonías complicadas mas bien todo lo contrario, temas que se van desarrollando muy de apoco y una sensación de que cada vez se recrean estos temas de manera única e irrepetible, miradas entre los músicos que van construyendo los sonidos, dos guitarras, una que usa constantemente él slide y la otra (la de Bill Frisell) que aporta dirección musical y sonidos singulares, un contrabajo de líneas muy simples y profundas y la batería que soporta toda esa maraña de sonidos con ritmos extraídos de diferentes vertientes (muy poco del jazz, el folk o el country) pocos temas, pocos solos, mucha comunicación y mucho clima, sonrisas colmadas de complicidad entre los músicos, dos bises y la vuelta a casa con la sensación de plenitud que nos regala el participar de un acto creativo único.
PABLO V
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