Jim Hall

 

James Stanley (Jim) Hall nació en Búfalo, Nueva York, el 4 de diciembre de 1930. Graduado como bachiller en música en el Cleveland Institute, su vida a principios de los años 50 estaba encuadrada en el marco de lo académico y dedicada a la enseñanza. Investigaba todo, desde los cantos gregorianos hasta Bela Bartok, uno de sus héroes personales.
   
 
   
Como tesis de su carrera escribió un cuarteto de cuerdas y supuso que su futuro estaba en el campo clásico, hasta que aparecieron Tal Farlow, Jimmy Raney, Barney Kessel y Howard Roberts con su influencia del jazz, para empezar su incursión como solista en pequeños salones y clubes.
El verdadero punto de ruptura surgió en 1955, cuando se mudó a Los Angeles. Durante el día estudiaba guitarra clásica y por la noche hacía los contactos para unirse a los jazzmen. Una gira con el quinteto del baterista Chico Hamilton y una posterior grabación marcaron su rumbo definitivo.
Tras pasar por el trío del clarinetista Jimmy Giuffre, tuvo la oportunidad de viajar a Sudamérica con el combo de la cantante Ella Fitzgerald, liderado por el pianista Paul Smith, y quedó fascinado por el ambiente porteño.
Tras los conciertos en el ópera, Jim participó en las míticas jam-sessions que se hacían de madrugada en el boliche Jamaica y que tenían como uno de sus grandes protagonistas al saxofonista Leandro Gato Barbieri.
Reverenciado por toda una camada de guitarristas que incluye los nombres de John Scofield, Bill Frisell, Mike Stern, John Abercrombie, entre muchos otros, Hall logró su propia y particular voz instrumental, cálida, lírica y sustentada.
Undercurrent, el primero disco que hicieran a dúo el pianista Bill Evans y Jim Hall. La experiencia se repitió cuatro años más tarde con Intermodulations, otra gema discográfica, que junto a trabajos como The Bridge y What s New, con Sonny Rollins, Easy Living con Paul Desmond; Telephone con el contrabajista Ron Carter, son recordados como estupendas obras en colaboración. A compartido el escenario con nombres de disímiles escuelas como el pionero del free, Ornette Coleman, el violinista clásico Itzhak Perlman, la vocalista Helen Merril, el cuarteto Kronos y el pianista Michel Petrucciani.
Personalidad de una discreción ejemplar, Jim Hall no fue por ello menos partícipe que otros músicos de las experiencias más apasionadas de la historia del jazz desde mediados de los años 50.
 
 
La sensibilidad de su oído, su maestría instrumental (que corre paralela a su profundo desinterés por cualquier forma de exhibicionismo técnico), su musicalidad, se destacan con holgura entre las cualidades de muchos de sus colegas. Su sonido siempre se conservó cercano al de la guitarra acústica.

 


Discografía recomendada:

- Where Would I Be? OJC 1971
- Circles Concord 1981
- Dedications & Inspirations Telare Digital 1993

 

Bibliografía consultada:

-Diccionario del Jazz Anaya & Mario Muchnik 1995
-Los grandes creadores del jazz Ediciones del Prado 1993

 

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