Crónicas de jazz mediterraqueo

 
por Jan Kustra
 
Bluekey...
 
A días de comenzar diciembre; Sevilla, una ciudad muy poco dispuesta a ofrecer el paisaje invernal de la mayor parte de la Europa navideña, me sorprendió una noche vestida de frío terciopelo negro y brumoso rubor azul en sus mejillas.
Sin mediar palabra la tomé de la cintura y nos echamos a andar por sus callejas de empedrado, entre farolas somnolientas de religioso alcohol y paredes pintadas de albero andalúz.
 
Así llegamos hasta "El cafetal", cuasi taberna, cuasi pub, Cuasimodo..., era el nombre del camarero que me saludo menos amable que un zapato y tomó mi pedido; una copa de Rioja del 2001, mientras cadenciaba un saxo aéreo y sensual como la saturnina Sevilla que me había llevado hasta ese lugar.
 
Antes de que hubiera terminado mi Rioja llegó una pequeña tabla de quesos asturianos, el saxofonista terminó lo suyo, y seis individuos desparejos, con lenta y desordenada motricidad, se acomodaron entre sus instrumentos y parecían dispuestos a ofrecer "algo" a la caótica y alcoholizada concurrencia.
 
...Algo comenzó a sonar y parecía bueno, ...algo comenzó en tiempo de blues y apuró mi corazón otra copa de Rioja.  Guitarra y armónica agrietaron el aire, y como una letanía el resto de la banda se sumó rezando "Please come back", un tema de la autoría del grupo, supe más tarde.
Tras cartón soltaron una delicada joya de Muddy Waters, "I got my mojo workin" (otro Rioja), y "my old lady" de Rush, y "Back door man" de Mars,  - venga otro Riojita compadre!.... -
 
Así, bien entrada la noche... y los Rioja, aparecí sentado a la mesa con algunos de los chicos de la banda.  Migue (bajo/guitarra), Karl Wancken (saxo), y Raúl Herencia (vocalista y espléndida armónica).
La mayoría de ellos tocan desde hace unos diez años, pero contabilizan cuatro como los años de verdadera trayectoria y se dicen solo un grupo de amigos que hacen algo de música.
 
Gastan carretera unas tantas veces al mes recorriendo escenarios por toda Andalucía.  La banda alterna entre el cuarteto y el sexteto; dos guitarristas/bajistas (dos en uno, como los chicles bazzoka), un saxo mesurado y prolijo, buena batería, y el vocalista, que toca además la armónica y la deja preñada macho.
No hay arreglos maravilla pero te llevan a su rhythm`n´blues con garra y corazón, vibra el tablado y corre el alcohol... que más querés?
 
Migue me decía que no sé cuando... tocarían en un ... blá, blá, blá...y una morocha infartante, de pie, a unos metros de nuestra mesa, bebía algo color caramelo en un vaso largo como mi insomnio y no dejaba de mirarme.
Era la encarnación de Sevilla vestida de frío terciopelo negro y brumoso rubor en las mejillas; pero esta llevaba pantalones de pana ajustados como una cuerda y un polar negro marcando silueta.
... a la memoria de Charlie Parker, ¡Sevilla es mía!, pagué mis Rioja y salí rumbo a la morocha llevandome puestas todas las sillas del lugar.  Viva el flamenco !!!
 
 
Cuasimodo no existe,
Sevilla es una ciudad,
La morocha vive actualmente en Marbella con un trapecista ruso,
y a los individuos de la banda los pueden localizar en www.bluekey.com
Charlie Parker no es una marca de calzoncillos.
 
                                                                       fin (gracias a Dios)