Pre-presentación de Ómnibus de Elvio Gandolfo

por Jaun Manuel Caravello
Título: Ominbus
Autor: Elvio Gandolfo
Editorial: Interzona
   


¿Qué tan lejos queda Palermo Soho del resto de los Palermos? Existe un universo de gente linda, de ladrillos a la vista que quedan bien, de música chill-out, de luces dicroicas y difusas, de cortados de cinco pesos y de más gente linda. En ese universo se presenta Ómnibus de Elvio Gandolfo, en un primer piso de una librería en el fondo de una galería. La belleza del entorno sólo consigue hacerme sentir más feo que de costumbre, más grasa que de costumbre, más fuera de sistema que de costumbre. Había decidido esperar el evento leyendo un libro; tuve que interrumpir su lectura para asentar estas impresiones. El libro me va a esperar, mi cabeza no.
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Debe faltar media hora (no tengo reloj, no uso) para la presentación del libro, ignoro la distribución específica de sillas y escritorio en el piso de arriba, pero todavía se escapa más de mi intuición por qué esta gente se corta el pelo de esta manera. A mi derecha veo sentado al autor con quien oficiará de presentador (recordar sus clases cuando lo tuve de profesor no me hace prever nada bueno para la charla de dentro de un rato). Trato de escuchar de qué hablan, lo consigo en parte y me aburro completamente de este espionaje de poca monta.
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Miro las caras de las mujeres de las otras mesas tratando de adivinar quién es la encargada de prensa de la editorial, dudo una y otra vez hasta que me decido por creer que es una chica de bufanda negra. (Es necesario que escriba todo esto porque es un testimonio exacto de lo que pienso en este momento y en esta situación por demás irrepetibles.) Probablemente en la próxima presentación de la editorial a la que vaya me presentaré, incluso es probable que conversemos un rato. Sí, sí ya se quién debe ser, es la de bufanda negra.
Estos minutos pasan imperceptiblemente más lentos y el pulóver sumado a la dicroica arriba de la mesa me da calor. Tengo que decidir si me doy a conocer o me mantengo en un cómodo anonimato. ¿Qué hacer? ¿Hamlet habrá pasado por lo mismo?
Ahora veo entrar otra mujer y mi anterior posible encargada de la prensa ya no es tal.
Este lugarcito lateral que ocupo en esta pre-presentación ¿estará siendo retratado por otro extranjero? ¿Estaré siendo visto y pasado a palabras por otro orejón del fondo de otro tarro igual que hago yo con mis ajenos compañeros de tertulia?
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Creo que voy a dar por concluida esta pre-presentación de Ómnibus, nada que merezca la pena ser mencionado puede suceder hasta que empiece la presentación. La gente subiendo la escalera, después de haber pagado su respectivo té y su prominente porción de torta. La gente acomodándose en unas sillas que imagino frente a un escritorio desde el que el autor hablará de su nuevo libro. La gente riéndose ante el buen humor que le adivino al autor. Pero eso va a ser después y ya no lo voy a contar.
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Acaso para que lo pueda contar ¿alguien le preguntará qué siente un escritor en estos momentos? Un escritor, dueño de un oficio por fuerza solitario ¿qué sentirá en estos momentos de exposición? ¿Qué sentirá el vendedor ambulante frente al pasaje del colectivo? La escena del escritorio frente a las filas de sillas reproduce en cierto modo tanto la venta ambulante como la clase, si es que no son la misma cosa, y me pregunto ahora yo sin hacerle extensiva mi inquietud ¿de qué lugar se siente más cerca un escritor, dueño de un oficio por fuerza solitario en este momento de exposición?
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La gente se apura a subir y yo los dejo. No me gusta llegar primero. No me importa llegar último.
Prefiero no presentarme por hoy. Prefiero por ahora este lugar de hombre-observador-invisible o si no invisible por lo menos innombrable, inexplicado, lateral, desubicado. Ya habrá tiempo de buenas noches y que tal y yo soy yo y vos no sabes que es yo y todo eso. Ya habrá tiempo.
Admito que mi actitud no deja de ser algo extraña, gente normal podría asustarse por mucho menos. Bien que harían en hacerlo.
Sigo dejando que suban primero, en seguida los sigo.

 

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