Pero la niña mala

por Juan Manuel Caravello
Título: Travesuras de la niña mala
Autor:Mario vargas LLosa
Editorial:Alfaguara


Travesuras de la niña mala es la última, nueva novela del siempre autocandidato al premio Nobel, Mario Vargas Llosa (ya te lo van a dar, Marito, vos tranquilo), es promocionada como una novela de amor, como su primera novela de amor y debo decir que de hecho lo es, pero no lo es menos de aventuras. La acción va de Lima a Madrid, pasando por Londres, Tokio, Paris y alguna otra ciudad que se me escapa y que voy a dejar ir. Los ámbitos en los que transcurre son muy variados: la adolescencia barrial, las Naciones Unidas y sus traductores, las carreras de caballos (sí, leyó bien), la mafia, el teatro, la diplomacia (si es que estos últimos tres no son la misma cosa), el arte, los inmigrantes ilegales. Como telón de fondo tenemos algunos movimientos interesantes y fundamentales a su manera, las revoluciones latinoamericanas, el movimiento hippie, o la movida española. Bien, estos son algunos elementos de la novela, además y tal vez sobre todos está la historia de amor entre el niño bueno y la niña mala.
            Admito que su lectura por muchos motivos me resultó adictiva; y me permito detenerme es esta palabreja: adictiva quiere decir que no quería dejar de leerla, quiere decir que volvía rápido a mi casa para volver a la historia de la niña mala, aunque cuidado todo esto no quiere decir que la novela sea fantástica. Sólo quiere decir que es adictiva como pudo haber silo la lectura de La isla del tesoro o como el chocolate, esa sensación que hace que no podamos parar de comer cuadrangulitos hasta que no quedan más. Esta adicción no sobrevive en el tiempo, no salgo hoy corriendo a leerla de nuevo. Es un amor de verano perfecto en su corto plazo, nada más.
            (Como siempre hay un pero, aquí va uno) Pero no quiero quitarle ningún mérito a la novela. Travesuras de la niña mala entretiene y fascina con elementos nobles manejados con oficio artesanal.

����������� Quedó más arriba el detalle de los temas, lugares y ámbitos formantes de la novela. Todo aquello se asemeja bastante a una formula para la novela exitosa del siglo xx y principio del xxi: ciudades mágicas, ámbitos interesantes, temas sociales de peso pero tratados sin profundidad, una historia de amor más fuerte que todo. Mi primera impresión fue que Varguitas (a esta altura entré en confianza y le deseo suerte con el premio que tanto quiere) buscó los elementos y superpuso la historia de amor, pero (los “peros” nunca vienen solos) ¿saben una cosa? No. Hay otra cosa, que se me escapa en las descripciones, que es la que la transforma en literatura, con los mismos elementos se han escrito novelas rosa, series televisivas, películas, y ninguna tiene eso que tiene la niña mala. Incluso al escéptico mal predispuesto, que me habita a veces monopólicamente, le es imposible ver los hilos con los que ha unido los elementos, incluso a él le fue imposible no querer seguir leyendo hasta la semiceguera, incluso a él le será imposible no recomendar su lectura.

por Juan Manuel Caravello

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