ES UN MONSTRUO GRANDE

Un enorme pensador Son muchos los que afirman que las actitudes de Dalmiro son arrogantes. Y que pretende que sus opiniones cobren la entidad de una sentencia absoluta e irrefutable. Pamplinas. El se�or S�enz es due�o de una alocada lucidez, �sta es trasuntada en una claridad narrativa y verbal at�pica en estos tiempos y en estos lares; y en la que a veces pareciera ser el anarquista m�s radicalizado, en otras el dem�crata m�s furibundo, y en otras presume de un extremo nihilismo hijo del desasosiego m�s hondo y, ante todo, de su vast�sima formaci�n te�rica.

Esta vez, en Yo te odio, pol�tico, este porte�o de ley y enorme pensador (en el sentido m�s estricto del t�rmino) carga, arguye, aconseja, filosofa y despotrica -llam�ndolos por sus nombres y apellidos, dedic�ndoles importantes espacios dentro de su libro- contra buena parte de la dirigencia pol�tica nacional; aunque a trav�s de ese odio puntual, circunscripto a algo m�s de una decena de cabezas, enorme en su volumen pero peque�o en su limitada personalizaci�n se percibe un odio general, extendido, abarcador de todo el espectro dirigencial, sin -por supuesto- faltarle el respeto a la pol�tica en s� misma como motor de los m�s relevantes cambios sociales.

Es cierto: Dalmiro no plantea soluciones estructurales, pero mete su dedo afilado en la llaga de nuestros dolores; y debido a que a veces se pierde golosamente en nimiedades inconducentes (an�cdotas, digresiones, momentos de abusiva coloquialidad) se puede llegar a pensar en un libro liviano. Pero a modo de la m�s atinada refutaci�n el autor eligi�, como m�todo para demostrar su odio, la m�xima exposici�n de su conciencia cr�tica, la reflexi�n erudita, las permanentes citas como recurso inapelable, el lenguaje llano, y el dolor. Una muy buena conjunci�n presentada en una prosa dura, cuidada, firme. Y extra�a. Porque sino �c�mo rotular a este libro? �Ser�n cartas, ensayos, extractos de un diario �ntimo, la desgrabaci�n de un reportaje desquiciado? No importa. Cuando el contenido se impone de manera tan contundente, las formas habitualmente pierden consistencia y trascendencia. Es as�, entonces, cuando y como uno puede aprovechar (si se tiene el talento necesario) para mezclar y superponer la declamaci�n pol�tica con peregrinas opiniones sobre el arte, la belleza, la cultura, el desencanto, las miserias humanas, y cuanto tema le resulte recurrente a su desencantada alma.

Pablo Rodr�guez Orbiscay.

T�TULO: YO TE ODIO, POL�TICO.

AUTOR: DALMIRO S�ENZ.

EDITORIAL: PLANETA. 189 P�GS.

Rese�a Dicen, algunos, que Dalmiro est� loco. Que su juicio est� alterado. Que chochea. Otros, adoradores de los caminos simples, buscan, para criticarlo, un recorrido de similar tenor aunque a toda vista bastante m�s perverso, y lo aceptan como un controversial opinador medi�tico amante de la confrontaci�n por la confrontaci�n misma. Nada m�s errado